
SALUD: PACIENTES DE LA FUNDACION FAVALORO FORMAN
PARTE DE UN ESTUDIO INTERNACIONAL
Lo
inyectan para regenerar los vasos sanguíneos e irrigar bien el corazón.
Por primera
vez en la Argentina se empieza a probar la eficacia y la seguridad de
una terapia génica directamente en pacientes. Es para los que sufren
la enfermedad de las arterias coronarias y ya no responden bien a los
tratamientos comunes como los fármacos, el bypass o la angioplastía.
Como el corazón (o alguna parte de él) no está bien irrigado, el pecho
duele ante el menor movimiento, como al dar algunos pasos.
Destinada —por el momento— a esos pacientes graves, la terapia génica
viene en auxilio para crear nuevos vasos sanguíneos que irriguen
al corazón.
En el último mes, ya dos argentinos, de 56 y 62 años, que sufrían
de angina de pecho crónica estable, y se asistían en la Fundación Favaloro,
en Capital, están participando de un ensayo que evalúa este tratamiento.
Dentro de un año, los especialistas de la fundación esperan que unas 40
personas hayan participado con su consentimiento del ensayo clínico.
Dos tercios de esos pacientes recibirán el tratamiento génico, aún en
experimentación, y el resto, un placebo.
Se trata de un ensayo clínico en fase III que se emprendió conjuntamente
con centros especializados de 14 países, como los Estados Unidos,
Finlandia y Canadá, e involucrará a 450 pacientes. La Argentina es el
único país hasta el momento en participar el ensayo por América del Sur.
Dentro de un año, se evaluarán los resultados y se podrá decir si la estrategia
de inyectar un gen en las arterias y en los vasos sanguíneos puede
ser una manera efectiva de devolver calidad de vida o de extenderla.
La terapia empieza por hacerle al paciente una coronariografía con anestesia
local. Así, se busca visualizar cuáles son los vasos que están tapados,
que no permiten abastecer de sangre al corazón, según Branco Mautner,
jefe de docencia e investigación de la Fundación Favaloro. También se
decide cómo se distribuirá la terapia.
Después, se introduce un catéter que lleva la terapia en cuestión. Consiste
en partículas del virus de la gripe, que se convierten como en
una carretilla que lleva la materia prima para aplicar en las arterias
enfermas. Esto significa que el virus sirve de vector del factor de
crecimiento de fibroblastos (llamado FGF-4). Así, esa "carga"
podría estimular la producción de nuevos vasos sanguíneos que llevan la
cantidad de oxígeno que el músculo cardíaco necesita.
Tras recibir la terapia, los pacientes que participan del ensayo clínico
internacional pasan a estar en evaluación durante 72 horas en una unidad
coronaria, dijo Oscar Mendiz que trabaja en el proyecto junto con Eduardo
Gurfinkel y Roberto Peidró. Los médicos apuestan que la terapia puede
ser "interesante". Aunque también consideran que podría no ser
efectiva. |